Captagon, la droga de los sauditas ricos que "deshumaniza" yihadistas

Las autoridades francesas investigan si los terroristas de París se la inyectaron antes de cometer los atentados que dejaron al menos 132 muertos y más de 300 heridos.
Los terroristas de París asesinaban sin pestañar, con total calma y a sangre fría, aseguran los testigos. Luego se inmolaron con la misma parsimonia. Los investigadores encontraron más tarde jeringas en el hotel donde se habían alojado antes de los ataques.

Pese a que aún no se realizaron los exámenes toxicológicos, la sospecha es fuerte. Los yihadistas que atentaron el viernes en la capital de Francia podrían haber consumido Captagon, una droga que tienen efectos típicos de un estimulante y que producen "una especie de euforia".
Las tabletas de Captagon son las drogas más utilizadas por los yihadistas del ISIS, puesto que les da energía, aumenta la fuerza, provoca euforia e insensibilidad al dolor, reprime el miedo, quita el sueño y suprime el apetito.
El Captagon, cuya dosis cuesta entre 5 y 20 dólares, nació originalmente para que los niños ricos de los países del Golfo de Pérsico la consumieran durante sus fiestas. Pero con el tiempo encontró un nuevo mercado: Siria, país que se convirtió en su mayor productor y consumidor mundial debido a que es ampliamente consumida por los terroristas del Estado Islámico y otros grupos rebeldes. Por eso la llaman "la droga de los yihadistas".
"Es un estimulante que genera una ausencia de dolor y de empatía. Aunque en la mayoría de los casos se consume en forma de comprimidos, también se puede inyectar por vía intravenosa. En ese caso el resultado final se multiplica y es más rápido", explicó a la prensa francesa el psiquiatra especializado en adicciones, Dan Velea.