Argentina tiene la peor marca mundial en muertes en las rutas


Así se reveló en la Cumbre Anual del International Transport Forum (ITF), que depende de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

La Argentina ocupa un incómodo primer lugar en un grupo de 38 países relevados en todos los continentes, aunque la tendencia fue a la mejora en 2014. En cambio, en ocho países mejor posicionados hubo durante 2014 una tendencia negativa y las fatalidades crecieron.
Así se reveló en la Cumbre Anual del International Transport Forum (ITF), que depende de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Las cifras constituyen un anticipo de un reporte completo que se difundirá en los próximos días. La Argentina, según el trabajo, registra al menos desde 2010 más de 5000 muertos por año en siniestros viales, con la peor tasa del grupo, que es la de 11,1 a 13 muertos por año por cada 100.000 habitantes. Concretamente tiene 12,3. La sigue Chile, con 12, según revela diario La Nación.
Los caminos menos peligrosos entre los 38 países relevados son los de Suecia, que tiene 2,7 muertos por año por cada 100.000 de población.
Según datos preliminares, las cifras de 2013 mejoraron el año último, con una caída de 2,8%. Se aclaró que en el caso argentino, al igual que en otros, esa tendencia se basa en una estimación y no en datos definitivos.
El trabajo fue presentado en la primera conferencia de la cumbre, que ayer tuvo un encuentro de ministros de los países miembros. La presentación estuvo a cargo de Jean Todt, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y ex jefe del equipo Ferrari de F1; el secretario general del ITF, José Viegas, y la experta en seguridad en las rutas del ITF Véronique Feypell.
Todt y Viegas señalaron que el aumento de la seguridad en las rutas requiere "legislación, educación, tecnología", y admitieron también que se trata de un camino no exento de complejidades. Viegas, por ejemplo, recordó que muchas veces las automotrices ofrecen las mismas versiones de los unidades en distintos países, pero que en algunos de ellos la tecnología que los hace más seguros no se ofrece siquiera como opcional porque se la considera demasiado costosa para los estándares de esas comunidades.
Eso podría llevar, en el caso de la Argentina, a la necesaria discusión acerca de si el aumento del costo de una unidad por incremento de la seguridad pasiva y activa que beneficia a ocupantes y terceros debe ser alcanzado, entre otros, por el llamado "impuesto al lujo".
El uso de tecnologías de avanzada para mejorar la seguridad y la eficiencia del tránsito es una preocupación mayor en esta cumbre. El ministro alemán Alexander Dobrint dio un golpe de efecto al llegar al encuentro en un auto que se conduce solo. Integró un panel que dio el puntapié inicial al encuentro. Y, por supuesto, recordó que los vehículos con más tecnología son conductores más eficientes y con mayor apego a las normas de seguridad y de tránsito en general.
Los vehículos autónomos pueden marchar a mayores velocidades y menores distancias uno de otro, con tiempos de reacción menores que los de un conductor promedio.
Las estadísticas
En lo que se refiere a las estadísticas de muertes en las rutas, la Argentina aparece entre los 15 países que mejoraron. La mayor reducción porcentual se dio en 2014 en Suiza, con el 9,6%. En tanto, el peor agravamiento se dio en Nueva Zelanda, con el 16,1%, aunque tiene números netos muy bajos: 295 decesos en 2014 contra 254 del año anterior. Es apenas el 5% de los casos ocurridos en el mismo período en la Argentina.
En el total de países relevados hubo en 2014 un 42% menos muertes que en 2000. Pero Viegas llamó a no interpretar las cifras con demasiado optimismo, ya que al menos un tercio de la reducción vista a partir de 2008 se debió a la menor actividad y la menor circulación de vehículos.
El acento estuvo todo el tiempo puesto en el incremento del uso de la tecnología, incluso con vehículos capaces de comunicarse entre sí para evitar colisiones. Parte de las advertencias fueron también hacia el sector turístico, que vive a nivel mundial un fortísimo incremento.
El auge de las materias primas que enriqueció a países muy poblados envía millones de viajeros a rutas, aeropuertos, trenes, caminos y barcos. No hay nada más que ver la cantidad de ciudadanos orientales que pasean por los lugares emblemáticos de este país para darse cuenta de que es así.
Fuente:El Tribuno