“El encuentro más esperado”, así lo titularon en la página que siguió el recorrido de la abuela Emma, desde Tucumán hasta Luján, previo paso por Santiago. Y es que ayer se dio lo que todos esperábamos, finalmente la peregrina de 91 años, se encontró con el Papa en el marco de la audiencia general de los miércoles. Emoción y alegría fueron dos sentimientos que se conjugan al ver la tenacidad y fortaleza de esta mujer que nació en Italia, pero que se afincó en tierras argentinas.
“Con su chaleco refractivo característico por el que circuló su peregrinar por toda Argentina, Emma conoció al Papa. Fue un momento muy emocionante. En ese momento Emma pudo contar su historia: ‘Yo camino sola, rezando, con un carrito donde guardo el pan y el agua. Pero en el camino me encuentro con tantas personas maravillosas que optan por caminar un tramo de la ruta conmigo’”, contaron los que siguen a Emma y su historia a través de una página en Facebook.
En ese momento, la abuela peregrina le contó a Francisco que “hace muchos años estoy caminando hacia los santuarios de todo el mundo siempre con la intención de orar por los jóvenes, las familias y el Papa”. El Sumo Pontífice abrazó a la abuela Emma y le dio bendiciones por su accionar. Asimismo le dijo “que siempre pida por los jóvenes, las familias y los enfermos”.
Muy emocionada, Emma tomó al Papa de la mano y le dijo: “Gracias, muchas gracias”. La abuela peregrina es pequeña y lleva anteojos y un gorro para protegerse del sol, zapatillas y un chaleco naranja. Aunque sufrió varios traspiés a lo largo de su camino, Emma, nunca dudó en afirmar: “Soy feliz caminando”, y lleva adelante esa rutina todos los días desde las 6 de la mañana, y durante cuatro o cinco horas. Carga unas pocas provisiones para ese lapso, y el resto del día descansa.
Fuente: Portal de Internet