Denuncia por violencia de género en el lugar de trabajo.

Una mujer asegura que sufrió agresiones de un compañero en una transportista. Desde la empresa negaron que eso haya ocurrido.

"Rosquerita" y "Putita" son los insultos que recibió Mara Vanesa Chávez en su lugar de trabajo cuando era azafata de una empresa de transporte, de acuerdo con la denuncia policial que radicó en la comisaría novena. La mujer aseguró que, a raíz de este episodio de violencia de género, perdió su puesto. Desde la empresa negaron que se haya registrado la agresión.
Chávez denunció en octubre de 2014 que un chofer y delegado gremial la insultó por averiguar cuándo les pagarían un plus salarial que les habían prometido a los trabajadores tras una negociación entre los referentes sindicales con la empresa.
De acuerdo con la descripción que la mujer hizo a la Policía, el 17 de octubre, a las 17.10, cuando se dirigía a cumplir con sus tareas, uno de los choferes le dijo que era una "rosquerita" y que "se callara la boca porque iba a tener problemas laborales". Luego de eso, siempre, según lo señalado en la denuncia, Chávez le preguntó por qué la amenazaba y el compañero le repitió que se callara y le dijo que era una "putita".
La mujer también indicó que el hombre "se puso agresivo", "la quiso golpear" y "le apoyó las manos en un seno".
De acuerdo con la versión de la mujer, luego de ese episodio el delegado gremial usó sus influencias para que directivos de la empresa tomaran la decisión de despedirla.
Chávez relató a El Tribuno que todo empezó porque ella pedía que se pagara un plus de 700 pesos que les debían a los empleados, deuda por la que los delegados gremiales aparentemente no querían reclamar a la empresa.
La mujer, de 29 años, es madre soltera y su único sostén era el empleo de auxiliar de abordo que tenía hace unos cinco años.
Nicolás Acosta, gerente de marketing de La Veloz del Norte, dijo a este medio que no se registró una situación de violencia de género y aseguró que el despido tuvo que ver con "reiteradas faltas" injustificadas.
"No hubo ningún tema vinculado a violencia de género que se nos haya informado o denunciado. Seríamos intransigentes con un comportamiento como ese adentro de la empresa", sostuvo Acosta.
El gerente rechazó que el despido haya tenido que ver con la influencia de un delegado gremial y reiteró que la relación laboral se terminó por incumplimientos de la exempleada.
Mara Vanesa Chávez dijo que solo llegó ocho minutos tarde en una oportunidad pero que eso no afectó la prestación del servicio. También agregó que tuvo un llamado de atención hace más de dos años, pero por una falta leve.
La mujer sostuvo que, tras el despido, la empresa le ofreció una indemnización, pero por una cifra que no se ajustaría a lo que le corresponde.
Fuente: El Tribuno

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