Dos funcionarios quedan a la deriva.

Por Hugo Krasnobroda, El Tribuno
Si las declaraciones de Juan Manuel Urtubey sobre la desnutrición en Salta fuesen ciertas, el ministro de Salud y la secretaria de Nutrición quedarían en una incomodísima situación hacia adentro del gobierno. O deberían renunciar por ser grotescamente desautorizados, o deberían ser desplazados por haber falseado públicamente a la verdad. Una de dos: no hay mucho más.


Urtubey consideró "inadmisible" que Cristina Lobo diga que "el ministerio no es un obituario" para publicar las muertes por desnutrición. Lobo dijo lo que dijo y se la puede ver en YouTube, pero Urtubey insinuó que fue una mentira de El Tribuno.

Sin embargo, al cierre de esta edición no se conocía ningún reacomodamiento interno en el área conducida por esa funcionaria, ni alguna explicación lógica sobre porqué se ocultaron los decesos de Pichanal.

Por estas horas, el silencio de Lobo y Oscar Villa Nougués ya roza la obsenidad en materia de gestión. ¿Qué quiere decir que ninguno diga nada: qué ratifican sus dichos o que se avergenzan de ellos? En medio de este berenjenal social que vive la Provincia, sería muy bueno que la sociedad conozca sus explicaciones.
Una hozó decir que "en 2015 no hubo muertos por desnutrición en Salta" y otro asegurar que casi el 20 por ciento de los niños en estado de emergencia "no son controlados" por el Estado.

Con las fortunas que Urtubey le dedica a su equipo de prensa, llama la atención que nadie le haya enviado el audio con las desafortunadas palabras de Lobo. ¿En el área de comunicación tampoco habrá autocrítica interna?
Fuente: El Tribuno

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