Destinaron casi $600 millones para obras, pero no se hicieron.

Los lugareños afirman que no hay caminos alternativos en la zona.
"En la ruta provincial 54 (Aguaray-La Paz), entre Santa Victoria y Santa María, estamos aislados; por favor avisen a las autoridades para que vengan a ayudarnos, a darnos una mano", reza el desesperado pedido realizado ayer a El Tribuno por los aborígenes y criollos que residen en el Chaco salteño.

Se trata de una región que supuestamente iba a ser beneficiada por el Fondo de Reparación Histórica (FRH) creado hace más de tres años por el gobierno provincial.
Como se sabe, casi $600 millones iban a ser destinados por la provincia para la construcción de la ruta provincial 54 (San Martín - Rivadavia), que debe unir esa inhóspita y alejada región de la provincia, con la ruta nacional 34.
Esta nueva vía de comunicación, financiada por el FRH, una vez concluida, iba a beneficiar, a las poblaciones de todo el norte provincial -limítrofe con Paraguay- con el comercio internacional. A su vez la tan esperada obra debía favorecer las comunicaciones entre las distintas poblaciones ubicadas a lo largo de la frontera argentino-paraguaya.
Hasta el momento, nada salió como lo planearon. En el proyecto aprobado, el tramo entre Santa Victoria y Santa María de casi 20 km, debía ser enripiado. Aunque nunca se conocieron las razones técnicas para que ese tramo no fuera pavimentado como el resto de la ruta 54.
Desde el lunes pasado el servicio de ómnibus que une Rivadavia con localidades del departamento San Martín, está suspendido. Esto dejó totalmente aisladas a las familias de ambos departamentos que, por estos días están amenazadas por el temible río Pilcomayo, curso que en la última década produjo grandes inundaciones y perjuicios en todo el chaco salteño.
Fuente: El Tribuno

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