Rescatando al soldado argentino sólo conocido por Dios


Una nueva película sobre Malvinas se estrena este jueves en Buenos Aires. “Soldado argentino” busca ahondar en el drama de los ex combatientes.

No hay mitología en la guerra de Malvinas. Las historias estuvieron ahí, en el campo de batalla, y ahí se quedaron, impregnadas con sangre o lo que sea, aunque hayan sobrevivido y regresado en los cuerpos al territorio de la "vida normal". Algo de quienes estuvieron en las islas quedó allá para siempre.

Pedro es un soldado argentino pasado a escala de leyenda que combatió en la Guerra y que se entregó a las balas inglesas en la batalla de Tumbledown porque se negó a claudicar. Podría haber esquivado la muerte, haberse rendido, pero no: testimonios de ambos bandos certifican que dejó la vida por la Patria porque quiso. Y nadie sabe quién es y por eso, cuando encontraron su cuerpo, el último en ser hallado, muchos meses después de la derrota, los malvinenses lo enterraron como Pedro en el cementerio de Darwin.
Cuando desde el jueves se proyecte en las pantallas de los cines "Soldado argentino sólo conocido por Dios" se consumará el deseo de su director, Rodrigo Fernández Engler, de hacer una película que a través de las historias que relata deje a los espectadores con la sensación revindicatoria del ser humano: el hombre que fue, peleó, murió o con suerte volvió y nunca más se desenganchó de Malvinas; en parte, porque el resto de la sociedad los ninguneó.
Dice el actor Mariano Bertolini, sobre Juan Soria, uno de los personajes que protagoniza el filme: "Tuve que trabajarlo en tres psicologías distintas. Él no se permite enfrentar a la realidad. La sociedad le dio la espalda, nadie lo apoya y no puede fijarse en la gente que sí lo ayuda. Y decide encerrarse en sí mismo. Por eso hay tres Juan Soria".

"Soldado argentino…" se estrena el jueves 6 de abril en todo el país (incluyendo la Antártida y la sala de cine de la Fragata Libertad). Para escribir el guión, Fernández Engler -junto a Ivana Galdeano- se basaron en hechos verídicos. Además de la leyenda del soldado Pedro (hay un personaje que lo representa), la otra es acerca de las vivencias de un joven subteniente argentino, Roberto Reyes, que junto a un grupo de soldados tenía como misión dar una alerta temprana sobre el desembarco británico y, en ese plan, quedan rodeados por ellos. "Empiezan una guerra sólo de ellos, aislados, acechados, con hambre y frío", cuenta a Infobae el director de la película, que pretende retratar las vivencias y las dificultades durante el combate y luego, para reinsertarse en una sociedad que había seguido su propio movimiento durante los días que duró el conflicto.
Co-producida por Fundación Criteria, Cita con la Vida Emprendimientos Audiovisuales y Midú-Junco Producciones, el elenco de "Soldado argentino" lo completan Florencia Torrente, Sergio Surraco, Fabio Di Tomaso y el siempre afable Hugo Arana, con una participación especial.

"Puede ser un drama bélico. Tiene una historia de amor, que denuncia las consecuencias de la guerra. Habla de los suicidios, de una sociedad argentina que le dio la espalda a los veteranos. Y trata de escapar un poco de lo que es la cuestión política del 82: pone la lupa en la cuestión humana, que es lo único que se puede rescatar de una tragedia como es la guerra", explica Fernández Engler, santafesino, quien a pesar de que durante Malvinas tenía apenas un año, siempre se mostró interesado por la guerra, al punto que también, en 2007, dirigió Cartas a Malvinas, un filme independiente, protagonizado por Víctor Laplace.
Hace tres años comenzó a idear esta nueva película, ya con otro presupuesto y nivel de producción. Fernández Engler consultó con Alejandro Betts, otra gran historia del capítulo Malvinas de la Enclopedia Argentina, quien le sugirió rodar a partir de la leyenda del soldado Pedro.

La película se filmó en Comodoro Rivadavia, la base naval Puerto Belgrano, en Punta Alta y, llamativamente en un lugar de las sierras cordobesas, Los Gigantes, que según el director tiene una geografía igual a la de Malvinas. "Es increíble, pero es así", ríe. El rodaje duró ocho semanas. "La película tuvo un proceso desde que se imaginó hasta hoy de más o menos tres años. Es una película grande, con despliegue de producción. Estuvimos todo ese tiempo viajando. Fue un rodaje muy complicado y difícil. Y tuvimos un apoyo importante del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, que nos aportaron material físico para las escenas de la guerra", cuenta el realizador.
Fernández Engler aspira a que los espectadores que desde el jueves vayan a ver "Soldado argentino sólo conocido por Dios" encuentren un espacio para reflexionar. Cuenta que en los festivales donde ya se exhibió, tras el final, el 99% de la gente se queda quieta y en silencio. "En primer lugar me gustaría que dispare que se hable de Malvinas, y no sólo los 2 de abril. Sigue siendo una herida abierta. Las islas son un territorio argentino, que se reivindique a los combatientes como personas, como seres humanos y que las personas puedan reflexionar", dice el director, casi como un pedido de deseos. "La película es fuerte, lleva un tiempo digerirla después de verla", anticipa.
En enero de 2016, junto a su esposa, Fernández Engler viajó a bordo de un crucero que pasó por las islas Malvinas. El director, con el plan de la película ya en marcha, bajó, pisó la tierra argentina y la primera conmoción fue ver que el lugar era igual que la Patagonia continental. "Es irrefutable que pertenecen a nuestro territorio", comenta. Luego se emocionó cuando visitó el cementerio de Darwin, y se estremeció durante el rato que estuvo en los campos de batalla. En un momento, delante suyo vio una escena, un paisaje, que lo dejó paralizado de la emoción. Entonces Rodrigo sacó su cámara y filmó. Son apenas 26 segundos. Y es lo único que la película tiene de la Malvinas real. Eso, y la sensibilidad de rescatar el valor de los soldados argentinos.
Fuente: Infobae