Un nene bien: los estremecedores datos del presunto asesino de la contadora

El chico de apenas 16 años era vecino de Clara Castro y tendría un grave problema con el consumo de alcohol y drogas.
Con el correr de las horas surgen nuevos y escabrosos detalles del macabro hallazgo de la contadora, Clara Castro, asesinada en su casa de barrio San Carlos. El más impactante que envuelve al caso es el del presunto asesino: un joven de "familia bien" que vivía muy cerca.

Desde que la policía llegó a la escena del crimen, Que Pasa Salta investigó los datos del hecho que conmocionó a los salteños. Así accedió a la identidad del acusado. Sus iniciales serían L.A, de apenas 16 años.

En base al relato de los vecinos que conocían tanto a la profesional como al supuesto homicida, trascendió que la relación entre ambos no era buena.

Ella trabajaba durante casi todo el día y, caída la noche, pretendía descansar en la tranquilidad de su hogar, pero no podía hacerlo debido a los ruidos molestos que el joven causaba hasta altas horas de la madrugada.

L.A., según cuentan quienes lo conocen de cerca, habría incrementado sus problemas de consumo de alcohol y drogas durante el último tiempo. Dicen, lo habrían visto consumiendo estas sustancias -en la vía pública- en reiteradas oportunidades.

En su cuenta de Facebook, solía compartir fotos con amigos, pero también publicaciones a favor del consumo de marihuana.
Un dato clave sobre el presunto asesino es que se habría mantenido oculto en casa de un familiar, durante el fin de semana, tiempo que coincidiría con las horas que llevaba fallecida la contadora.

De manera extraoficial, trascendió que el muchacho tendría una herida en una de sus manos, la cual habría sido provocada durante un aparente forcejeo con Castro.

El arma utilizada sería un cuchillo que clavó en la integridad de la profesional y, al ver que seguía con vida, habría utilizado métodos de asfixia. Se habla del uso de una bolsa plástica y una sábana.

Por estas horas, L.A. permanece detenido, luego de ser entregado por sus propios padres en la comisaría del barrio donde ocurrió el horror.
Fuente: Que Pasa Salta