No es México, pero a primera vista se parece. Juan Viroche, un cura que encabezó marchas para denunciar el avance del narcotráfico en Tucumán y que sufrió amenazas, apareció esta mañana ahorcado en su vivienda ubicada en el predio de su iglesia.
El cura, de 46 años, presidía la iglesia Sagrado Corazón de la localidad de Ingenio La Florida, según informaron fuentes de la Departamental Regional Este de la Policía de Tucumán a la agencia DyN.
En los últimos años, el religioso fue enfático en denunciar a la criminalidad en las localidades del interior de la provincia. Vecinos señalaron que el sacerdote les había comentado su intención de alejarse de Ingenio La Florida, por las amenazas que habría recibido.
El hostigamiento contra su figura incluyó frecuentes robos durante el año pasado. Entonces, Viroche no tuvo dudas de responsabilizar al avance del narcotráfico que "corrompía" a adolescentes y jóvenes de la zona.
Una muestra de la labor social del sacerdote tuvo lugar en el pasado noviembre de 2015, cuando ofició una misa al aire libre en la localidad y comuna rural de Delfín Gallo, ubicada en el departamento de Cruz alta, a 10 kilómetros de la capital provincial. Durante la celebración religiosa, pidió por un pueblo sin drogas ni robos.
La muerte provocó estupor y conmoción entre los vecinos de la zona donde el religioso desarrollaba su ministerio. Los lugareños le dedicaron múltiples los mensajes de cariño y de despedida para el sacerdote en su cuenta de Facebook. "Dios mío, qué conmoción. Mi corazón se entristeció, me dolió el alma enterarme de esta noticia… Dios y la virgen siempre lo reguarden padrecito. Lo recordare como la muy buena persona que siempre fue", decía una de las publicaciones.
Fuente: Infobae