Herencia maldita: la enfermedad sexual que los humanos se contagiaron de los neandertales

Científicos españoles y franceses descubrieron que los encuentros carnales entre los primeros homo sapiens y los homo neanderthalensis generaron un virus cancerígeno que se mantiene hasta la actualidad. Cómo se arribó a tal conclusión.

Por disparatado que parezca, la interacción sexual entre los seres y humanos y los neandertales ya había sido probada en el pasado. De hecho, se conocía el legado genético emergente de ese intercambio. Sin embargo, un último hallazgo, que une a los homo sapiens sapiens con sus "primos lejanos", conmocionó a la comunidad científica.

El Instituto Catalán de Oncología, en España, en conjunto con el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia realizaron un estudio de gran alcance que llegó a la conclusión de que el sexo entre los primeros homo sapiens y los neandertales, hace alrededor de 100 mil años, propagó un virus que hasta hoy se padece.

Los resultados -publicados en la revista Molecular Biology and Evolution– indican que en esas relaciones sexuales, los humanos recibieron un tipo de virus papiloma, que son los más agresivos por su potencial de transformar las células en tumorales.
Los investigadores, para llegar a esa conclusión, analizaron la muestra más amplia que se consideró hasta el momento y contrastaron con pruebas de ADN en casi mil humanos de más de 50 poblaciones diferentes. A partir de ese análisis, se comprobó que la variante A del VPH16 no proviene de la evolución del homo sapiens como se creía hasta entonces. En cambio, se descubrió que tiene un arraigo milenario que encuentra su origen en el intercambio sexual entre los neandertales y los humanos modernos recién llegados a Europa.

Los VPH16 se dividen en cuatro grupos: A, B, C y D. La primera variante, el A, es el que se presenta con mayor asiduidad en distintas partes del mundo. Este tipo de virus son los principales causantes de numerosos tumores que se originan por transmisión sexual. El más habitual es el cáncer en el cuello de útero, pero también tiene una importante incidencia en el de pene, ano, vulva o vagina.

"Los resultados indicaban claramente que la variante A no se originó en los humanos modernos, sino que era mucho más antigua. Y los tiempos coincidían con los neandertales y denisovanos, la otra rama evolutiva que siguieron los primeros humanos que salieron de África hace unos 500.000 años", explicó Ville Pimenoff, coautor de la investigación.
Por su parte, el científico español Ignacio Bravo, el otro principal responsable del artículo, sostuvo: "El cáncer es muy antiguo. De hecho, hay incluso fósiles de dinosaurios con tumores, y los virus que pueden causar algunos de ellos también. Por lo que parece, algunos de los más agresivos los hemos heredado por contacto sexual con humanos arcaicos".

Se estima que hasta el 80% de los adultos con vida sexual activa sufren alguna infección genital por el papiloma VPH16, pero en la mayoría de los casos no llega a un cáncer. Estas defensas efectivas contra el virus, de acuerdo al equipo científico, también serían una respuesta al vínculo genético establecido con los neandertales ya que los humanos cargan entre un 2 y un 6% del genoma de su antecesor.

"Lo sorprendente es que las funciones de estos genes que nos traspasaron los neandertales no parecen arbitrarias. Una mayoría tiene que ver con la respuesta de nuestras defensas y con la formación del epitelio -la parte externa de las mucosas y la piel-. Son justamente genes que interactúan con el ciclo de vida de estos virus", aseguró Pimenoff.
Fuente: Infobae